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Los proyectos parten de la iniciativa internacional del regreso de la música del Minnesang (la canción de amor) y de los intérpretes-músicos “minnesíngeres” (cantores de amor). A diferencia de otros homenajes a la célebre creación de los minnesíngeres, trovadores y gentes nobles de antaño, nuestra representación de su espíritu no tiene el sentido de trasmitir “estilismo histórico”, meramente conmemorativo, sino su profundidad conceptual, en el más amplio y concreto de los sentidos.

Proponemos obra originales de un autor contemporáneo que hace armonía de componentes importantes: La palabra viva del poeta actual y la música eterna de los genios clásicos (Mozart y Beethoven, Vivaldi y Tchaikovsky), el léxico sublime espiritual,  y los logros magistrales de la escuela moderna. Así queremos que cada uno de los participantes del proyecto, sean músicos u oyentes, se sienta integrante de este gran patrimonio de la buena gente en su significado universal, una nueva Cultura de la Paz.

Al margen de la diversidad en la creencia religiosa, acción política, condición social, cultural, nacionalidad, y/o diferencias personales, elegimos el tema del Minnesang como idea de la unión de varias culturas de bondad humana y modos de pensar, suscitando el interés tanto de profesionales de altos sectores del panorama musical, como de los amantes del sonido bondadoso y esperanzador. Una de las principales consecuencias que se busca es la unión entre las personas: hecho justificado por la colaboración de músicos y cantantes de varios países y escuelas artísticas.

Valorando la gran cantidad de estudios que corroboran los efectos positivos de la música en la salud de las personas, los resultados obtenidos en nuestro trabajo con esta música y personas con discapacidades y los testimonios y rostros de los asistentes a los conciertos, el equipo estamos seguros de su capacidad para ayudar a desarrollar un mundo mejor, tal es el fruto más valioso que se espera obtener.

"Puede ser estos serán los primeros pasos que darán la posibilidad, y así quiero esperar,

de mejorar a la gente: allegarla a los mejores valores de este mundo."

Ludmila Duma, catedrática en la reconocida Academia Nacional de Lviv Mykola Lýsenko, Ucrania.

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